El útero es un órgano que puede tener variantes en el desarrollo fetal. En el tercer mes de desarrollo embrionario, los conductos de Müller (que son precursores del útero) se fusionan parcialmente. Su porción craneal da origen a las trompas de Falopio y a la estructura superior del útero mientras que la porción inferior da lugar al cuello uterino y tercios superiores de la vagina y, finalmente, la porción caudal forma la placa vaginal. Cualquier situación que afecte este proceso puede dar como consecuencia una malformación uterina y con ello relacionarse con el diagnóstico de infertilidad.

Las Malformaciones Uterinas se producen durante la gestación, y los principales factores son la causa genética o los factores ambientales prenatales, sobre todo la exposición de la madre a la radiación, la infección intrauterina en el embarazo o el contacto con tóxicos.

La clasificación de la Asociación Americana de Fertilidad (ahora Asociación Americana de Medicina Reproductiva) distingue los siguientes tipos:

• Clase I: Agenesia Mülleriana (ausencia de útero).

• Clase II: Útero Unicornio (útero de un solo lado).

• Clase III: Útero didelfo (doble útero). • Clase IV: Útero Bicornio (útero con dos cuernos).

• Clase V: Útero Particionado (Septum Uterino).

• Clase VI: Útero Dietilestilbestrol (DES).

• Clase VII: Una variación adicional es el útero arcuato donde hay un hoyuelo cóncavo en el fondo uterino dentro de la cavidad.

En algunos casos estas Malformaciones no presentan síntomas, de forma que las mujeres reciben el diagnóstico en las revisiones ginecológicas rutinarias o algunas llegan a ser madres sin saber que presentan una malformación uterina.

En otros casos, los síntomas más frecuentes de las Malformaciones Uterinas son:

• Dolor antes o durante la menstruación

• Pérdidas de sangre irregulares fuera de la menstruación

• Dolor en las relaciones sexuales

• Abortos de repetición

• Partos prematuros

• Anomalías o Malformaciones en los bebés

Hasta la práctica de la Histerosalpingografía (HSG), no se podía hacer un diagnóstico correcto de estas Malformaciones Uterinas, que antes solo se podían intuir o asegurar por la exploración manual intrauterina postparto o instrumental. Como complemento diagnóstico de la Histerosalpingografía tenemos otros medios diagnósticos como la laparoscopia con visión externa del útero, la ultrasonografía y la Histeroscopia. Por último, la resonancia nuclear magnética, que con su mayor precisión permite puntualizar hechos de interés, no solo de la calidad del útero sino del cuello, e incluso vagina.

En In Vitro IVF buscamos ser mínimo invasivos. Hasta hace unos años las pacientes que cursaban con Infertilidad por este diagnóstico debían ser sometidas a cirugías abdominales intentando la reconstrucción del útero. Actualmente, buscamos que exista al menos una cavidad suficientemente en forma y tamaño para enfocarnos mediante las técnicas de Reproducción Asistida a la búsqueda de un bebé.

La mayoría de las veces es necesario realizar un Tratamiento de Alta Complejidad como la Fecundación in Vitro (Fertilización in Vitro, FIV), y tener un manejo cercano durante la gestación. En algunas ocasiones también, es necesario realizar Cerclaje Cervical para soportar el peso de un bebé en desarrollo.

Todo lo anterior depende de cada caso, son diagnósticos y tratamientos individualizados. Para ello, Fertygen tiene a los especialistas en Infertilidad y Medicina Materno Fetal que lograrán cumplir tu sueño de tener un bebé en tus brazos.